Cuando viajamos para conocer la naturaleza de lugares distintos al nuestro, siempre anhelamos que un habitante, de ese entorno nos indique una senda, un rincón perdido y lleno de belleza inalterada. Nosotros nos embarcamos en este proyecto de la mano de Sonia, una chica maravillosa y llena de vida que nos da la oportunidad de regentar su preciosa casa a los pies de las montañas.

Es nuestra intención, en esta casa, seros de utilidad para que encontréis vuestro pequeño paraíso y podáis desconectar de la vida urbanita y estresante, y así poder oxigenaros en este entrañable entorno. Permitiremos la estancia a vuestras mascotas y así podrán conocer al tercer miembro de nuestra familia, Kusky, un pastor alemán muy noble y bueno, siempre con ganas de jugar y pasarlo bien así que si le traéis amigos mejor que mejor.

También pretendemos tratar todo lo bien que podemos desde la cocina vuestro paladar. Los desayunos son buffet, tanto para dulces como salados, pero si preferís algo que no haya como unos huevos fritos o tortillas se os hacen en un momento con todo nuestro cariño. Tranquilos que con hambre no os quedaréis. Las cenas están elaboradas como antaño, con tiempo y cariño.

La casa tiene cuatro habitaciones, todas con baño y calefacción, una con cama de matrimonio y el resto con camas sencillas. Dos de ellas disponen de dos camitas supletorias. Si tienes niños muy pequeños, no te preocupes, hay cuna y es gratuita.

Si te gusta leer, puedes estar cómodamente sentado en el sofá de nuestra biblioteca donde tienes libros y un montón de revistas de decoración, ecología, montaña… O si lo prefieres puedes bajar a la terraza donde además de disfrutar de la lectura también lo harás escuchando el canto de los pájaros y de los grillos y observando las bonitas vistas a las montañas.

Para los que os guste la música, Jose Luis, mi marido, tendrá un pequeño estudio de música y dará cursos de iniciación y producción musical. Nos os defraudará porque es fantástico. Os invito a que escuchéis algo de su música en myspace, buscando Jose Luis Balaguer.

Y para los que os guste la escalada en uno de los muros hay un rocódromo.

Es fácil encontrarnos, nuestro pueblo es muy pequeño, y estamos a las afueras (no es necesario entrar al casco urbano), en una casita aislada rodeada de prados por tres de sus lados. Por el otro pasa la carretera de montaña que te traerá hasta Buerba.

Por lo demás vosotros sois lo mejor de Casa Marina, compartiendo con nosotros experiencias y sensaciones, buenos ratos.

Bienvenidos, pues, a nuestro hogar el cual esperamos sintáis como vuestro.