Se trata de un cortijo construido a comienzos del siglo XX, el cual se utilizaba como cortijo de labor, con su vivienda y demás dependencias, tales como cuadras, atrojes, pajares…

Se ha ido manteniendo sin que llegue a derrumbarse, cosa que se puede comprobar en la mayor parte de las paredes que lo componen. Se ha conservado la mayor parte de la estructura, las vigas de madera del techo y las paredes encaladas, típicas del cortijo andaluz.En los últimos años, se ha restaurado poco a poco hasta llegar a lo que ahora se puede disfrutar, manteniendo el encanto de una casa antigua.

El cortijo está situado en la Sierra Horconera, al pie de la Tiñosa, que es el pico más alto de las Sierras Subbéticas y en pleno parque natural. Gracias a este maravilloso enclave podemos gozar de las fascinantes vistas, la tranquilidad y el aire puro de la Sierra. Es un lugar ideal para relajarse, pasear y practicar senderismo.