La Casa de Ulda esta situada en un lugar estratégico para visitar los Montes de Toledo. A tan sólo 10 minutos podremos perdernos en
un típico bosque mediterráneo, ver impresionantes molinos manchegos,
descubrir antiguos restos arqueológicos visigodos o visitar el tranquilo y
medieval pueblo de Orgaz, con su castillo. Desde aquí organizan excursiones a caballo para disfrutar de todo esto como lo hiciera Don Quijote.
A menos de una hora de casa se pueden visitar tres Parques Naturales: Cabañeros, Las Tablas de Daimiel y Las Lagunas de Ruidera. Sin olvidarnos de la Monumental Ciudad de las Tres Culturas: Toledo, que
bien merece una visita.
La Casa fue levantada por el Abuelo Uldarico, (al que la gente
del pueblo conocía por Ulda) a base de piedra de granito y adobe. Sus
gruesos muros conservan muy bien la temperatura interior, manteniendo la
casa fresca en verano. Disfruta también de su calefacción central y chimenea en invierno.
En la restauración se ha mantenido las carpinterías, suelos de mosaico y
artesonados originales. Rescatando del olvido el antiguo mobiliario y dándole un toque personal con las pinturas de Alejandro (nieto de Ulda) decorando las paredes. El resultado es un ambiente mágico que armoniza muy bien con el espíritu de antaño.
Además de las cuatro amplias habitaciones, con su salita y su cuarto de baño, el alojamiento dispone de un acogedor salón con chimenea, una
espaciosa cocina rústica y el patio, núcleo de la vida cuando hace buen tiempo. Del patio se sale al porche, donde el sonido del agua del estanque nos relaja y nos refresca. Otros ambientes son la terraza, el jardín, el camino de frutales y el huerto y gallinero ecológicos, y la bonita Piscina con Clorador Salino.
La Casa de Ulda es
un lugar donde es un placer desconectar de la vida diaria, un bonito
sitio en el campo donde estar un poco más en contacto con la
naturaleza…
Y tan sólo una hora de Madrid…