Hoy en día este refugio da servicio a más actividades que por las que inicialmente fue proyectado, pues desde este refugio hoy lo podemos tomar como punto de partida en los meses de invierno para practicar el esquí de montaña, el esquí de fondo, raquetas de nieve, bajadas en trineos o disfrutar simplemente de la nieve.

En primavera y en verano, podremos practicar caminatas, escalada en roca, bicicleta de montaña o simplemente contemplar el verde intenso de los prados en su renacimiento.

En otoño además de los anteriores deportes de primavera y verano, podremos también disfrutar de los rojos, amarillos, ocres y de otros colores de esta maravillosa estación y si la naturaleza ha sido generosa nos regalará un buen estallido de setas de todas tipos, eso sí, siempre teniendo cuidado con la especie, pero de eso también nos podrán aconsejar nuestros guardas del Refugio.