Crisalva, deja de ser una casa para convertirse en una morada, un rincón lleno de encanto, luz y color; un refugio de emociones, donde renovar las energías y sentirse feliz. Dotada de todas las comodidades, Crisalva se encuentra decorada con muebles restaurados de principios del siglo XIX. Hilo musical, playstation, dvd, tv por satélite, calefacción, aire acondicionado, jardin, porche, barbacoa y piscina, todo ello junto con nuestro afán de limpieza y prestación de hasta el más mínimo servicio contribuye a que recibamos turistas y éstos se vayan siendo nuestros amigos.